domingo, 29 de noviembre de 2009

Sucumbidos...

Sometida, mojada, excitada, penetrada, así es como me recuerdo; no puedo quitarme de la mente la imagen de tu silueta observandome estremecer de placer; como un torero mira al animal que acaba de vencer y glorioso disfruta de ese paisaje visual.

Cierro los ojos para recordar con los sentidos ese momento, me poseiste de una manera total, no hubiera cambiado nada de la historia, hasta ese dolor que me producías al entrar en mi, me parecía fantástico, el roce de nuestros cuerpo, mis gemidos delatandome, tus contracciones, tus latidos...tu lengua.

Necesito terminar ese camino que marqué en tu piel poro a poro, necesito que me vuelvas a acompañar a estar dentro de mi, te comparto mi espacio, mi cuerpo, mi sexo.

Hasta esa parte tuya que tanto disfruté la tengo grabada en mis poros, como olvidarte deborando cada centimetro de aquello que tanto te gustó, si tengo tu olor en mi piel; desperté entre tus brazos cálidos para seguir aquello que la madrugada y el cansancio pausaron.


No fue un sueño, ¡lo viví!, sé que fue cierto porque al despertar sellaste el momento con un beso de despedida y con la promesa de vernos en la noche, ¿serás acaso un animal nocturno que me hipnotiza para seducirme?...No me lo digas, déjame disfrutar sin que la lógica transforme todo aquello en una simple noche de pasión.


No, esta vez no será asi, esta vez fue el inicio de algo nuevo, no sé que pase después de todo, sólo sé que muero porque volvamos a estar como anoche...Sucumbidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario